Friday, December 19, 2014

Ati, coreano.

R. se fue a Nueva York a pasar las vacaciones de Navidad y Año Nuevo, antes de irse quiso invitarme a un almuerzo de despedida. Quería llevarme a un restaurante italiano, del que no se acordaba el nombre, así que decidimos entrar a Trip Advisor a buscarlo, pero en el camino nos topamos con este restaurante y fue a este a donde decidimos ir.

Ati, según los reviews de Trip Advisor, era el lugar de Quito que tenía los mejores platos coreanos, los que en verdad eran coreanos. Si bien no puedo confirmar esto, porque nunca he estado en Corea, creo que podría ser verdad, porque de las siete mesas que estaban ocupadas, cinco estaban ocupadas con coreanos y ¡eso es una buena señal!

Llegamos y yo estaba fascinada por la decoración simple, pero asiática.



El mesero se acercó muy rápido y nos recomendó un menú de degustación, puesto que era la primera vez que íbamos. Yo acepté gustosa, pero R. tenía miedo de quedarse con hambre, así que quedamos en que si sentía hambre, ordenaría otro plato.


Ensalada

La ensalada fue el primer plato, era el plato más occidental de toda la lista, pero estuvo bien. Era muy fresca, sazonada con zanahoria, mucho más ligera que cualquiera que lleve salsa ranch o ese tipo de salsas. 

Sopa dulce de zambo

Soy un poco quisquillosa con las sopas, así que decidí que R. la pruebe primero. Me dijo que era como un flan y la probé en seguida, y no, no era como un flan, porque no era tan dulce ni la contextura era dura. También se sentía ligera, la cantidad de dulce era justa y no estaba muy caliente ni muy fría. 

Tortilla de camarones, con salsa de soya y azúcar. 

La tortilla estuvo muy rica. La diferencia con cualquier tortilla de camarones ecuatoriana era que se sentía un poco picante, lo suficiente para disfrutarla mucho, y con la salsa el sabor era incluso mejor. 

DejaChin, camarón con salsa de tomate y queso. 

Este plato parecía mucho algo que comería en un restaurante italiano, por la combinación de salsa de queso y tomate. Y aunque no me gusta mucho la comida italiana, el camaron estuvo muy bien. 

Pulpo frío, picante. 

El pulpo era como una entrada perfecta. Hay pocas veces en las que en serio pruebo un pulpo que está bien cocido y sabe bien. Me encanta el picante, así que estaba listo para mi paladar. El picante tiraba un poco hacia el kimchi. 
 
Parrilla de carnes mixtas, con nueces. 

Era una carne de hamburguesa que resultó deliciosa. La sazón coreana era lo que la hacía especial, además que el contacto de las nueces hacía que sea crujiente y se sienta placentero en la boca. 

Guarniciones coreanas

El Kimchi más típico de la cocina coreana es la col fermentada con varias especias. Lo sé porque cuando estaba en China lo comí varias veces, donde siempre me introdujeron que era coreano. Su sabor va entre amargo y picante y NO a mucha gente occidental le gusta. La primera vez que veo a alguien de occidente comer el kimchi es para morirse de la risa, porque es un sabor al que no estamos acostumbrados. R. lo había probado ya en el Tanoshii y como es adicto al picante, le gustó mucho. Aquí teníamos cebolla, pepinillo, zuquini y unos vegetales chinos. Los comí con arroz. 

Bulgogui, el plato fuerte del menú. 

Al fin llegó el plato fuerte, cuando R. seguía muerto de hambre. Pero llegó acompañado de algo. 





La primera es hoja de lechuga, la segunda, de ajonjolí. La salsa presente era para poner encima de la hoja, donde también se debía poner carne, y arroz. Se debía comer de un bocado. 




La hoja de ajonjolí fue un poco extraña en mi boca, y no me gustó mucho, así que comí más con lechuga. A R. si le gustó y se termino todas las hojas. La carne estaba especialmente rica y el arroz no tenía sal, como cualquier arroz asiático típico. Es mejor que no tenga sal, porque así los sabores fuertes contrastan. 

Cuando ya se acabaron las hojas, R. ordenó un plato más y procedimos a esperar. Para este tiempo, yo ya me sentía llena. 

Kimchi chigae

R. pidió el plato más picante que encontró, sin exagerar. Como su nombre lo dice, tenía Kimchi y olía a picante desde lejos. Teníamos cada uno un plato de arroz y aunque al principio parecía no tan picante, se volvió picante en un par de minutos. El tofu estaba delicioso, y la carne de cerdo también. Lo más picante era la col  y me la salté. R. se burló de mí, pero él estaba haciendo caras muy chistosas. Algo curioso es que aunque estaba llena, este plato me resultó tan delicioso, que yo solo quería seguir comiendo sin parar. Me hubiera pedido otro plato igual si hubiera tenido el dinero. 


El último "plato" del menú.

Nos pasaron una bebida de canela, que solo resaltaba el picante, así que se la di a R. Luego nos pasaron unos posuelos con sandía que aliviaron mucho el picor de la boca. 

En conclusión, es un gran restaurante, con sabores diferentes; estaba esperando encontrar un restaurante así, que hace tiempo no sentía que tenía una revelación con la comida. Soñé con la comida toda la tarde y la noche, también. 
 
 
Calificado sobre 5: 5!!!
Algo que sobresale: El Kimchi Chigae, si les gusta el picante.
¿Regresaría?: Si empiezo a trabajar en serio, será el primero al que regrese.
Para personas: que no tienen miedo de los sabores orientales.
 Dinero necesario: de 15 a 20 dólares por persona.
Dirección:Pasaje N2J e Isabel la Católica. (tiene parqueadero!)





 









Sunday, December 14, 2014

Fridays (con fotos)

Mi hermana cumplió años en octubre, pero mi papá no vino a Quito para celebrar el cumpleaños hasta diciembre, porque varias situaciones se impusieron en el camino.

Creo que en casi todos los cumpleaños de mi hermana, ella ha escogido el Fridays. A ella le gusta la comida estadounidense, la carne, los sabores fuertes de las salsas que se riegan sobre las costillas. Esta vez quiso ir al Chilli's (o sea, lo mismo), pero mi papá se negó porque había comido en el Chilli's apenas el domingo y la comida le había hecho daño porque no está acostumbrado a la comida con exceso de aliño.

Una vez en el Fridays, nos recibieron con los típicos uniformes llenos de adornos que hacen que todos nos emocionemos y con una mesa al lado de la ventana. Mi hermana, que tiene debilidad por las entradas estadounidense ordenó dos.

Aros de cebolla, una nueva entrada en nuestra tradición familiar.

Dedos de mozarella, que siempre nos han acompañado en el Fridays.

Personalmente, no me gustan los aros de cebolla, pero fueron del agrado de todos. Los dedos de queso mozarella que se derriten en tu boca y que son perfectos si se combinan con la salsa marinara, no podían faltar. 

Los platos fuertes llegaron justo después. Mi hermana fue desde el principio con ganas de costillas.

Jack Daniel's Chicken (con la salsa aparte)

Mushroom Chicken and Mushroom

Jack Daniel's Baby Back Ribs (con la salsa aparte)

Ultimate Jack Daniel's Burger

Mi papá tiene problemas con las salsas (come muy sano), así que su plato estuvo normal. Mi hermana pidió las costillitas, que creo que son de las mejores cosas que tiene el Fridays, y aunque pidió con la salsa aparte, estuvieron exquisitas, con la carne suave y la salsa perfecta. El novio de mi hermana se decidió por la hamburguesa más gorda del menú y aunque tuvo problemas comiéndola (por lo grande que es), le gustó mucho. Mi plato, el pollo con champiñones, me gustó mucho. Tenía pollo empanizado con queso derretido por encima, que cubría los champiñones, además de tener champiñones dentro de esas bolitas de masa (yo también pensé que era papa). Las bolitas de champiñones fueron lo mejor del plato. 

Esta es la cuestión en el Fridays, por más que sea rico y grasoso, hay un momento en el que me canso. No sé si son las porsiones estadounidenses, o también el exceso de condimento, o el solo ver cuánta comida hay en la mesa, que en cierto punto no puedo comer más por más que en otros restaurantes puedo embutirme hasta decir basta. Siempre termino llevándome más de la mitad del plato a mi casa. 

No pedimos postre, porque ya hemos tenido malas experiencias ordenando postres en este restaurante.

Calificado sobre 5: 4
Algo que sobresale: ¡Los platos son gigantes!
¿Regresaría?: Seguro que en el próximo cumpleaños de mi hermana, voy.
Para personas: que les guste lo que comen los gringos, carnes grandes, bastantes aliños, salsas con Jack Daniel's.
 Dinero necesario: de 20 dólares a 40 por persona.
Dirección: Shyris y Naciones Unidas. En el Quicentro Shopping.