Tuesday, December 31, 2013

Primera venta de postres (o cómo quemarse bajo el sol)

Mi hermana tenía que hacer algunos postres para una tarea de la universidad. Ella me comentó esto, porque estaba preocupada de lo que pasaría con todo lo que sobraría. Entonces, ahí se me ocurrió hacer una venta de garaje de postres navideños (aunque fue justo después de la navidad).

Así es que empezamos a hacer todos los preparativos el viernes en la mañana.




En realidad, la chef es mi hermana, así que ella es la que hizo las maravillas. Yo era la asistente, hice la crema chantillí y la galleta del cheesecake frío, recogí la basura y lavé algunos platos. Casi no dormimos nada, pero valió la pena. La primera venta de postres de garaje fue un éxito:

Pie de manzana

Cake de banana

Cheesecake de Oreo

Pie de limón

Torta de chocolate
Guineos con masa de hojaldre
 (Me quemé en el sol, porque era la chica que bailaba con el letrero en la calle, todo por hacer publicidad)

¡Vendimos casi todo!

Tuesday, December 17, 2013

Theatrum

Mi papá vino el día de hoy y me tocaba escoger el restaurante. Por lo general, mi primera opción siempre es el Tanoshii, es mi restaurante favorito y a mi papá le gusta, pero tenía ganas de probar algo nuevo y esta vez escogí el Theatrum. Hace mucho tiempo vino un pianista de Canadá, un amigo mío era amigo suyo y yo terminé en el Teatro Sucre, después de eso hicieron una especie de after party en el Theatrum, y fascinada es poco para describir cómo me sentí después de probar esos bocaditos. Entonces, después de recordar eso, tomé mi decisión.

El Theatrum queda justo encima de las puertas del Teatro Sucre y tiene una gran historia. Llegamos, no había casi nadie en el restaurante, nos dieron una mesa y nos sirvieron agua embotellada a los veinte segundos de sentarnos. El servicio estuvo excelente, no se demoraron casi nada en atendernos o en servirnos. De entrada, por parte del restaurante, nos sirvieron una bola pequeña apanada de yuca con queso, junto con otra de risotto. Fue un buen inicio. Mi hermana se pidió un pulpo a la parrilla de entrada y fue uno de los mejores que he probado en mi vida. Mi papá, por otro lado, pidió ceviche y creo que fue un fracaso, porque parecía de salsa de tomate pura con camarones. Los platos fuertes nos fueron servidos al mismo tiempo en unos platos con tapas, los cuales fueron destapados al mismo tiempo. Mi papá se pidió otra entrada: brochetas de hongos, que estuvieron muy buenas; mi hermana se pidió un risotto de calamares; el amigo de mi papá, un pollo con raviolis en reducción de vino tinto con mortiños; y yo, un salmón ahumado con arroz salvaje y espárragos. El risotto estuvo bien, el pollo también, mi plato estuvo normal, pero el arroz tenía un sabor muy fuerte que no iba con el salmón. La opinión de todos fue la misma: regular. No es que la comida haya estado mala, pero por un precio como aquel, esperábamos más. El postre, desgraciadamente, fue otro fracaso, porque el créme bruleé no tiene esa consistencia ni ese sabor y mi familia es muy exigente con los postres.

Mi papá comentó en un momento que cuando el restaurante se remodeló y abrió, el Chef era peruano, dijo que en el periódico sacaban comentarios muy buenos y que muchas personas lo frecuentaban, no estoy segura por qué, pero el chef es ahora ecuatoriano y el restaurante dejó de estar "de moda". Tal vez sea la actitud novelera de las personas u otro aspecto, pero sí es extraño cuando vas a un restaurante  y eres el único ahí.

No me quiero dar por vencida con este restaurante, así que esperaré con ansias la oportunidad de visitarlo de nuevo y poder tener otra experiencia.

Calificado sobre 5: 4
Algo que sobresale: El servicio, el pulpo a la parrilla.
¿Regresaría?: Espero.
Para personas: que están dispuestas a gastar dinero y probar comida gourmet.
Dinero necesario: 20-40 dólares por persona.
Dirección: Plaza del teatro, Plaza Nacional Sucre. En el segundo piso.

Monday, December 16, 2013

Swing Mesón Cultural (o un almuerzo navideño de mi trabajo)

Como ustedes queridos lectores ya saben, tengo trabajo (y aún sigo feliz por el hecho, yeeei, ¡puedo comprar más comida!) y bueno, como sucede en muchos trabajos aquí en el Ecuador, me invitaron a un almuerzo por Navidad (aunque aún me pregunto si me van a dar un pavo, como en muchos trabajos en Ecuador).

De todas formas, me vestí formal y salí emocionada por comer en un nuevo restaurante. Swing Mesón Cultural queda por atrás del edificio de Movistar de la República; hay un parqueadero justo en la esquina de la República y Eloy Alfaro, esa es una opción o la zona azul. Tuve un lindo tiempo, me reí algunas veces y, en general, disfruté bastante. Sin embargo, fue un poco decepcionante. En lo personal, prefiero ir a restaurantes en los que puedo probar cosas nuevas y sabores diferentes, así que cuando voy al típico restaurante de comida nacional e internacional, espero que me impresione, porque ese tipo de comida hay casi en todo lado.

La decoración se me hizo un poco claustrofóbica, pero el servicio estuvo bien, nos sirvieron al mismo tiempo, sin hacernos esperar mucho. La entrada fueron raviolis en salsa blanca. Estuvo un poco picante, el sabor estuvo normal. Me comí los raviolis, pero me reservé de todo el resto de la salsa, porque se me hizo empalagosa. El segundo incluía una especie de risotto con champiñones, un pedazo de lomo y un langostino. El postre era un pedazo de pastel y helado. Ahora, no quiero que me malinterpreten, la comida estuvo bien, comí casi todo, pero no era nada del otro mundo, nada especial.

Calificado sobre 5: 3
Algo que sobresale: En lo personal, creo que nada.
¿Regresaría?: A menos que alguien me invite, lo siento, creo que no.
Para personas: que les guste la comida nacional e internacional.
Dinero necesario: Esta vez no sé esto, porque yo no vi la carta. En la página web tampoco está el precio.
Dirección: Mariano Aguilera y Martín Carrión.

Saturday, December 7, 2013

Baku, un nuevo restaurante árabe.

Con R. estaba discutiendo recientemente sobre cómo he considerado siempre que la comida japonesa es mi favorita, pero que ahora la cocina árabe está peleando por ganarse el número uno en mi corazón, estómago. Él dice que son dos tipos de comida completamente diferentes y que ni siquiera pueden pelearse o que puedo tener dos comidas favoritas. ¿Qué opinan?

En fin, recién empecé a trabajar y un par de veces que he ido a pie a mi trabajo me encontré con este nuevo restaurante. Me emocioné mucho y esperé pacientemente a mi primer sueldo para poder estrenarlo justamente ahí.
Y, la verdad, valió la pena. La decoración es muy diferente a cualquier restaurante occidental, pero llamativa y entretenida también. Los meseros se lucieron con el servicio, no se demoraron en servirnos y ¡tiene garage!
Empezamos con tortillas de pan de pita que sirven con ensaladas. Mi plato era kebab de cordero, rodeado de pan de pita, con ensalada. A parte de esto, pude escoger una guarnición de carbohidratos, a la que respondí: papas salteadas. R. ordenó un plato de carne de cordero con frutos secos sobre arroz. Mi plato estuvo absolutamente delicioso, si van allí por primera vez, podría pedírselo, porque sé que no les va a defraudar. Es, seguramente, mi Kebab favorito de la ciudad. Me gustó mucho el arroz de R., pero R. se cansó después de un tiempo, porque la mantequilla usada en el arroz era demasiada. Es verdad, sus labios parecían extra hidratados.
De postre ordenamos el único postre árabe del menú: Baklava. No es uno de mis favoritos, pero sí fue algo para disfrutar.

 Calificado sobre 5: 4 1/2
Algo que sobresale: El kebab.
¿Regresaría?: Ahora que trabajo, seguramente
Para personas: que quieran probar algo nuevo.
Dinero necesario: de 20 a 30 dólares por persona.
Dirección: Shyris, frente a la Carolina, casi llegando al Quicentro.